“No ven, no oyen, sienten y ahora tejen” es la ruta que muestra en el vidrio frontal derecho el CROCHÉbus, iniciativa artística y social de la organización Socieven, Sordociegos de Venezuela (@socieven); que utiliza el tejido como medio para promover la inclusión y la sensibilización sobre la sordoceguera.
El pasado 27 de junio, este transporte no convencional y obra de arte textil que exhibe el yarn bombing, arrancó su recorrido por distintos espacios de Caracas, en busca generar conexiones y compartir historias. Entre sus pasajeros estaban personas sordociegas, tejedoras, voluntarios y comunidades, llevando un mensaje de inclusión por cada rincón de la ciudad.
El yarn bombing (bombardeo de hilo o grafiti tejido), es una forma de arte callejero que consiste en cubrir objetos en espacios públicos con piezas de tejido, como punto o crochet, utilizando hilos de colores.
La parada en la Universidad Central de Venezuela (UCV), La casa que vence la sombra, fue el 1 de julio, donde fueron recibidos por Morella Alvarado (@morella.alvarado), directora de la Dirección de Cultura (@culturaucv).
Tejiendo juntos por la sordoceguera, es un proyecto que tiene como propósitos dar a conocer la sordoceguera, informar y sensibilizar a la población sobre esta condición; crear una comunidad inclusiva, donde la gente pueda estar, compartir, se sienta acompañada y la soledad dejarla para los momentos de introspección; y enseñarles a las personas con esta condición “una herramienta, una habilidad, que pueden convertir en un trabajo, un emprendimiento”, explicó María Carolina Briceño, coordinadora y líder tejedora del proyecto, quien agradeció las autoridades de la universidad, en especial a Morello “por apoyarnos y por hacer que todas las cosas fluyan como tienen que fluir en este país para que las cosas se den”.
Briceño apuntó que el tejido es una actividad “que sana, a nivel de salud mental promueve conexiones y la neuroplasticidad, ayuda a respirar; empieza con un proceso de conciencia corporal que es básico y que sirve para cualquier cosa”.
“Tejiendo juntos por la sordoceguera, comenzó el pasado septiembre, con el objetivo de crear un emprendimiento para nuestra población. Es un es un proyecto donde participaron 25 personas con discapacidad, entre ellas 15 con sordoceguera, otro grupo entre discapacidad visual y discapacidad auditiva. En total son 148 personas, entre voluntarios, mamás, abuelitas y amigos, que participaron para que todo fuera posible. Ha recibido el apoyo de más de 170 colaboradores, entre instituciones, empresas y organizaciones”, detalló Elaine Moya, coordinadora de la red nacional de Socieven.
El recorrido del CROCHÉbus por la UCV comenzó en el estacionamiento de la Facultad de Humanidades y Educación, luego ofrecieron un conversatorio en la Plaza Cubierta y por último un taller de tejido con estudiantes y docentes.
Socieven, es una organización sin fines de lucro fundada en junio 1995, que atiende a la población con sordoceguera y también ofrecen información a personas con alguna otra condición. Tienen su sede en el Centro Comercial Chaguaramos (Caracas), una casa modelo adaptada a las necesidades de la población con capacidades diferentes: relieve, iluminación y lenguaje Braille.
Texto: Valentina Rodríguez