El Bar
Samuel es dueño de un bar en La Candelaria.
Todos los días abre sus puertas a las 3 de la tarde.
Siempre vende las cervezas a precios solidarios.
Y nunca pierde la esperanza de que alguno de sus clientes pida alguna cosa de comer.
Pero últimamente las ventas de comida están bastante flojas.
En el bar siempre hubo 3 o 4 empleados.
Ahora solo queda José a quién todos los que lo conocen le llaman cariñosamente “El Abuelo”.
José tiene 36 años.
A Samuel le gusta oír paso doble.
Pero su hijo, que ahora vive en Argentina, le recomendó que variara la música para que fueran al bar distintos tipos de personas.
Y vaya que tenía razón.
Ahora en el bar, dependiendo de la hora y del día de la semana se escucha hasta reggaetón.
A pesar de la crisis esta no ha sido una mala semana. Ayer una señora pidió una ración de tequeños. Y el lunes un cliente pidió varios rones y una ración de chistorras.
Samuel disfruta ver en el bar todos los juegos de la temporada de béisbol.
Sus partidos preferidos son los del Caracas - Magallanes.
Esas noches el bar siempre se llena de gente animada y fácil se recuperan un mes de noches perdidas.
Hoy en el bar nadie ordenó nada de comer y solo se vendieron 16 cervezas.
Cuando cerraban el bar El Abuelo le dijo a Samuel que el mes que viene se va para Colombia.
A Samuel no le sorprendió la noticia y le auguró un mejor futuro.
Esa noche al despedirse del Abuelo, Samuel pensó en lo difícil que será volver a conseguir un mesero de confianza.